AMADA LUISANA
En mis días de mujer adulta y seria
a los niños temía en su inocencia.
Hoy me convertí yo también en una niña
y ya no les temo.
Juego los mismos juegos que en mi niñez
Juego los mismos juegos que en mi niñez
hacían de mí un vaso pleno.
Dejé de recelarles a ustedes sabios bajitos,
Dejé de recelarles a ustedes sabios bajitos,
que nos observan con vehemencia
buscando complicidad a sus travesuras.
Que invaden la historia tomando
Que invaden la historia tomando
nuestra vida entre sus manitas
y se meten de lleno en nuestro corazón.
Sin preámbulos y sin pedir permiso
Sin preámbulos y sin pedir permiso
nos colman la vida de caramelos y pañales;
cuentos, papillas y juegos.
Su impaciente alegría
Su impaciente alegría
de niños
nos remonta hacia
nuestra propia niñez
infundiéndonos con una sonrisa de oreja a oreja
infundiéndonos con una sonrisa de oreja a oreja
el gozo de los primeros días
al paso cansino de los años.
Y como cuando niños miramos con ojos inocentes
Y como cuando niños miramos con ojos inocentes
un cielo invadido por barriletes
de todos los colores
y descubrimos en cada paso un milagro,
y descubrimos en cada paso un milagro,
una esplendida situación para ser feliz.
Doy gracias al Dios de los cielos en cada arrumaco
Doy gracias al Dios de los cielos en cada arrumaco
que te brindo
Ser pequeñito, parte de mí heredad
Por guiar con amor
mis pasos hacia Tí, quién hoy me tomas de la mano
Ser pequeñito, parte de mí heredad
Por guiar con amor
mis pasos hacia Tí, quién hoy me tomas de la mano
con confianza
para dar Tú también tus primeros pasos.
Tu abuela que te AMA
María Luz
para dar Tú también tus primeros pasos.
Tu abuela que te AMA
María Luz
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