La proeza de vivir

Ser supremo creador
Del cosmos, de mi ira y de mi amor
Ser supremo que habitas magnánimo
En lo armónico de la naturaleza
Y en la proeza de parir.

Eres el alfa y el omega.
Y de mi pequeño cielo eres
Rey y Señor.

Mi vida es como la de cualquier mortal; simple y sin ninguna pretensión más que tener en paz el corazón y estar en armonía con las personas que quiero; en especial con tatita Dios quién es todo mi consuelo en esta vida, y esto qué le cuento es para su interés; ya qué por algo usted me lo ha preguntado. Le diré qué no confío demasiado en las personas que no conozco, aunque algunas veces soy como gallina regalada, y usted me hace acordar a alguien muy querido aunque no pueda recordar bien a quién. Como usted verá anidan conmigo en el rancho algunos de mis críos ya que los demás se han ido liberando según el paso del tiempo con sus días; y no es que me quejo; ya le he dicho: son las cuestiones de la vida y la respeto.

Parí a todos mis hijos en amaneceres fríos o en nochecitas tormentosas, siempre en mi rancho y en esta misma cama; con mucho esfuerzo y padecimientos en cada alumbramiento. Y en esto tampoco me quejo si es que piensa que lo hago; muy al contrario, me da mucho orgullo cada vez que me acuerdo que la comadrona me felicitaba ya qué nunca fui de dar más trabajo que el que presentaba la misma naturaleza; y ojo que en esto no miento ni un tranco; eso sí algunas qué otras veces presumo un poco cuando me vienen a la memoria los recuerdos de esos tiempos, como ahora.…¡Y bueno, que se piensa usted!; tengo que hacer valer el esfuerzo ya que no fue alharaca o moco e pavo, como dicen las viejas más viejas que yo; aunque yo también tengo mis años no se vaya a creer.

Usted pensará que quiero decir con tanta conversa; es que para mí que tatita Dios dispuso que a los hijos hay que parirlos con sufrimientos para que valoremos la vida; ¡Que quiere que le diga!. Algunas veces me da un tantito de rabia, aunque diría bastante; ya que no lo supe de ver antes, esto del amor de Dios; el valor que le da Él a la vida y el precio que valemos cuando todavía somos semilla.

Y bueno, como se dará cuenta más de una vez me dejé llevar por la falta de luces, otras por falta deee…. ¡Bueno…por faltas!…..¿Que pretende, que le refiera todo?. Es que no me fueron fáciles las cosas, y no es que me esté amparando en subterfugios; bueno le cuento que esta palabra rebuscada la eché de ver reciencito nomás ya que soy escasa de luces, poca escuela vio?, y si la repito es porque me repiqueteó la cabeza cuando se la despachó la Roxana al Braulio, cuando el pobre de mi gurí no sabía como rehuirle a su mujer de las grescas que le arma, ¡Mire si será peliaguda la infeliz!, aunque cada uno es dueño de su destino.

Como le contaba, nadie me dijo que reciencito que se anuncia un crío ya late su corazoncito, que ya en semillita nomás son personitas de Dios. ¡Vea que ignorancia la mía!; ¿No es que tata Dios sopló al barro y le dio vida al Adán y que luego de una de sus costilla la sacó a Eva la mujer? ¡Y mire que esto yo lo había oído en el catecismo, de gurisita nomás!. ¿Pero qué habrá sido, que en esos tiempos tan peliagudos me lo arrinconó la mente? ¿O será que de las espinas qué tiene la vida nadie se puede escapar?

Pero ahora le puedo aseverar que después de tanta agua que pasó bajo el puente ya me puse a cuentas con el Tatita y Él con su gran amor por mi vida me absolvió. ¡Y viera usted cómo me agració... qué me concedió ocho críos más! Quienes horita son hombres y mujeres de bien. ¡Claro que con sus cosas, como todo el mundo. Pero eso sí, todos con un gran corazón!....Yo le puedo asegurar mi amigo, que todos mis changos son lo que más quiero. Eso sí, en primer lugar siempre estará El Tatita…

¿Como dice?....¿De quién quiere saber ahora?... ¿De mi compañero, mi costado?
….ah no doctor! discúlpeme usted, pero esa charla la dejaremos para otra tardecita en que ande nuevamente por el pueblo y se acerque como hoy a enterarse de mis achaques. Gracias querido doctor, espero que los mates al menos estuvieran tomables.



María Eva 2005