Cuando era chica tuve un sueño con mi progenitora. Soñé que la veía a mi mamá sentada en la orilla del andén con las piernas hacia abajo por donde corren los rieles, o sea por donde pasa el tren. Yo estaba parada al otro lado del andén, justo enfrente de ella. De pronto veía que desde mi izquierda venía marchando por la vía despaciosamente una plancha de planchar la ropa a modo de tren. Esta era una especie de cofre hexagonal de hierro que usábamos en ese entonces todos aquellos que no gozábamos de electricidad en nuestros hogares.
El interior de esta especie de cofre estaba ahuecado para poder colocar en su interior el carbón bien encendido para que calentara la base, tenía pequeñas ventanitas en las dos caras por donde se podía ver las brazas encendidas y por donde también salía el humo. La misma constaba de un mango de madera para no quemarnos las manos mientras alisábamos la ropa.
Pero esta plancha, la de mi pesadilla era cuatro veces o diez veces más grande de lo normal. Yo veía que este armatoste iba a pasar justo por donde mi madre tenía las piernas y empecé a gritar como loca alertándola para que se levante inmediatamente y corriera antes que fuera atropellada por la plancha. Pero ella parecía no oírme y seguía sentada lo más tranquila. En realidad lo que ocurría es que yo gritaba fuerte pero no salía ningún sonido de mi garganta. Cuando la plancha terminó su recorrido por la estación Virreyes continuando camino hacia Retiro, vi desde donde me encontraba que en vez de sus piernas mi madre tenía dos tremendos muñones.
Yo lloraba desconsolada sin saber que hacer al verla con sus ropas ensangrentadas; pero no recuerdo para nada qué hacía mi madre en esos momentos. Quiero recordar si ella lloraba de dolor, o si estaba muy afligida por la falta de sus miembros pero no me acuerdo; o quizás en esos momentos nada de esto abatía a mi madre; ya que era un sueño y los sueños tienen éstas particularidades.
Querría acordarme algo más de este sueño tan terrible que tuve en mi infancia. Yo andaría por los siete años más o menos en que sucedió esto tan terrorífico, al menos para una criatura que teme que a sus padres les pueda suceder algo malo.
Me acuerdo que cuando pude escapar de esta tremenda pesadilla busqué a mi izquierda adonde estaba la cama de mis padres; trataba de encontrar a mi madre entre los dos bultos que me mostraba la oscuridad de la pieza. Desesperada me paré adelante de la cama queriendo vislumbrar entre las sombras las dos piernas de mí mamá. Me quedé largo rato observando las colchas inertes hasta que amaneció.
Cuando desperté salí al patio a lavarme la cara para aclarar mi mente. Mientras bombeaba para sacar un poco de agua fría del pozo la escuché que charlaba muy tranquila mientras tomaba mate con mi papá. Al instante bajé la mirada buscando sus piernas. Grande fue mi emoción al ver que ahí estaban las dos y en perfectas condiciones, me acuerdo que corrí y le estampé un beso. Mi madre medio extrañada y medio riendo me preguntó que me había pasado que andaba besándole las piernas como una loca.
Los meses siguientes a esta pesadilla los días fueron todos iguales para mí ya que esperaba el amanecer para verla caminar por la casa.
Pero todo se complicó pocos meses después cuando mi madre comenzó a trabajar en el hospital de la zona como auxiliar de enfermeras.
El hecho era que ella muchas veces salía temprano de casa; o porque iba a la peluquería, o porque la llamaban para aplicar inyecciones a domicilio. Para colmo la mayoría de las noches volvía tarde, y yo esperaba despierta su regreso queriendo constatar que volvía con sus dos piernas intactas. Solo era mirarla y darme vuelta para la pared satisfecha.
Era algo obsesivo, hoy lo sé, pero en ese entonces era una niña y por ende no lo sabía, como tantas cosas de las que fui inocente; y por esa obsesión de controlar todos los días a que mi progenitora estuviera sobre sus dos piernas adquirí una cierta habilidad para detectar todos sus gustos; uno de ellos eran sus zapatos.
Los zapatos para mi madre eran algo primordial en los que se gastaba parte de su sueldo junto a los gastos de la peluquería, las cremas para la cara y su ropa. Es que a mi madre le gustaba verse bien y que la vieran bien, por eso no escatimaba en esos gastos que para mi padre eran innecesarios. Tampoco le gustaba que a sus retoños nos pudieran ver por las calles mal vestidas o desordenadas y es por eso que salíamos de vez en cuando a pasear ya que vestir a tantos hijos debe haber sido una empresa difícil para mis padres.
Mi padre trabajaba de albañil y cuando no lo llamaban para levantar paredes, él hacía cualquier otra tarea que se presentara. Fue verdulero ambulante encaramado a un carro que era tirado por su caballo tan amado por todas sus hijas; quienes junto a mi padre estábamos atentas a que no le faltara agua, comida y lavábamos con cariño su lomo. Aunque hasta hoy no sé bien porqué nunca me gustó subirme ni al carro, ni a nuestro amado Rayo.
Como dije mi padre hacía de todo, hasta llegó a comprar y vender cosas en desuso por las calles; ropa, botellas, diarios viejos y artefactos destartalados. En esos tiempos se les decía cirujas, actualmente se les llama cartoneros; pero es algo muy distinto a lo que hacía mi papá en ese entonces ya que él pregonaba por las calles su compra-venta. Tampoco hurgaba en la basura, ni rompía bolsas; ya que su trabajo era comprarle a la gente de los barrios más acomodados esos objetos que no usaban y de los que querían deshacerse, para luego mi padre venderlo por unos pocos pesos más a otras personas con menos recursos quienes se ocupaban de remozarlos; o sino los vendía en unos galpones que compraban estos bártulos para reducirlos.
En verdad eran otros los tiempos, pero no dejaban de ser difíciles para los más humildes y como en todo hogar en esa época tampoco alcanzaba el dinero por eso mi madre un día decidió salir a trabajar a pesar de la negativa de mi papá.
Pero volviendo a ese sueño que les contaba. Me doy cuenta que a través de esa gran pesadilla fue que descubrí de mí madre sus gustos y sus costumbres, también estuve al tanto de las grandes peleas que había entre ella y mi padre al volver ésta de su trabajo. Es que las cosas en mi hogar dejaron de ser iguales desde la noche en donde mi pobre madre perdía las dos piernas, y todo por culpa de esa plancha de hierro a la cual no sin mucha dificultad una tardecita le arranqué el mango y desde ese día me quedé más tranquila, pensando que ya no podría hacerle más daño a nadie.
María Luz Septiembre 2009
GRACIAS POR VISITARME! PUEDES DEJAR UN COMENTARIO.
LUISANA
MI SOLSITO!!!!
ANHELOS
"Emergo radiante hacia la Luz
Esperando que descubras
La raíz de mis quimeras...
... Y al estar ante tí,
Despojada
Extremecida
Hallo que has de ver
Mi esencia..."
LOS SALUDO A TODOS CON LA PAZ DE DIOS!!
María Luz
Esperando que descubras
La raíz de mis quimeras...
... Y al estar ante tí,
Despojada
Extremecida
Hallo que has de ver
Mi esencia..."
LOS SALUDO A TODOS CON LA PAZ DE DIOS!!
María Luz
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
FELIZ NAVIDAD!!!!!!
MAÑANA ES DÍA DE FIESTA, DÍA DE NAVIDAD.
POR ESO LA CAMPANITA NO HACE MÁS QUE REPICAR.
CAMPANITA DE LA IGLESIA, PARECE MI CORAZÓN
Y EL CORAZÓN DE MI PUEBLO,
QUE REPICA EN CADA PALPITACIÓN.
HACE NO SÉ CUANTOS AÑOS EN BELÉN NACIÓ EL SEÑOR. POR LOS CIELOS, MILAGROSO, UN LUCERO
APARECIÓ. EN SU CUNITA DE PAJA FUERON A DARLE CALOR UN BUEY, UN ASNO Y TRES REYES, SEGÚN ME CONTÓ UN PASTOR.
Y CON TÁN CÁLIDO ALIENTO FUE CRECIENDO EL NIÑO DIOS, PARA INUNDAR EL MUNDO DE PAZ CONSUELO Y AMOR.
FESTEJANDO EL NACIMIENTO HABRÁ ALEGRÍA EN LAS ALMAS, Y EN LA MESA PAVO, CASTAÑAS Y SIDRA.
Y EL CORAZÓN DE MI PUEBLO, IGUAL QUE MI CORAZÓN, PASARÁ EL DÍA DE FIESTA
REPICA QUE TE REPICA.
POR ESO LA CAMPANITA NO HACE MÁS QUE REPICAR.
CAMPANITA DE LA IGLESIA, PARECE MI CORAZÓN
Y EL CORAZÓN DE MI PUEBLO,
QUE REPICA EN CADA PALPITACIÓN.
HACE NO SÉ CUANTOS AÑOS EN BELÉN NACIÓ EL SEÑOR. POR LOS CIELOS, MILAGROSO, UN LUCERO
APARECIÓ. EN SU CUNITA DE PAJA FUERON A DARLE CALOR UN BUEY, UN ASNO Y TRES REYES, SEGÚN ME CONTÓ UN PASTOR.
Y CON TÁN CÁLIDO ALIENTO FUE CRECIENDO EL NIÑO DIOS, PARA INUNDAR EL MUNDO DE PAZ CONSUELO Y AMOR.
FESTEJANDO EL NACIMIENTO HABRÁ ALEGRÍA EN LAS ALMAS, Y EN LA MESA PAVO, CASTAÑAS Y SIDRA.
Y EL CORAZÓN DE MI PUEBLO, IGUAL QUE MI CORAZÓN, PASARÁ EL DÍA DE FIESTA
REPICA QUE TE REPICA.
EN ESTA NAVIDAD DIOS BENDIGA A MI FAMILIA
Y A TODA LAS FAMILIAS DEL MUNDO!!
MARÍA LUZ
MIS SUEÑOS
- MARÍA LUZ
- San Fernando, Bs As, Argentina
- ABUELA, MADRE Y ESPOSA CON ALARDES DE ESCRITORA.
NADA PUEDE LASTIMARTE A MENOS QUE...

LE CONCEDAS EL PODER DE HACERLO
EDU Y NOE COMPARTIENDO UNA RICA TORTA
EN "FAME" DE BELGRANO
FELIZ AÑO 2010 Y QUE SE CUMPLAN TODOS LOS SUEÑOS!!
BRINDO POR UN AÑO BENDECIDO PARA TODOS LOS ARGENTINOS, MI FAMILIA Y AMIGOS QUE RECIDEN EN DISTINTOS LUGARES DE ESTE UNIVERSO MARAVILLOSO...
QUE DIOS NOS GUARDE DEL MAL QUE ALCANZÓ AL MUNDO EN ESTOS TIEMPOS... Y QUE TODOS PODAMOS ACERCARNOS MÁS AL CRISTO DE LA GLORIA Y ASÍ SENTIR SU PRECENSIA CADA DÍA DE ESTE AÑO...
QUE DIOS NOS BENDIGA HERMANOS Y QUE NUNCA NOS DESAMPARE...
AMÉN
No hay comentarios:
Publicar un comentario